martes, 6 de octubre de 2009

Comienzo a desaparecer

Comienzo a desaparecer. Las historias de mujeres rotas, las palabras vacías de quienes ostentan el poder adquisitivo… los moscos, el calor húmedo y apendejante, el hambre y el hartazgo de tortillas, frijoles y arroz. La realidad ante mis ojos.

No estoy embarazada, ahora sí que, ¡No manchen! (ni que estuviera a favor de los derechos del concebido) les tengo una sorpresa, eso es todo, no sean remilgosos.

Comienzo a desaparecer, he bajado de peso, los dolores de cabeza aumentan, la falta de privacidad me crispa los nervios (por más comuna y sentimientos de paz fraterna que se diga en los desayunos) y lo único que quiero es dormir. Quien dice que ir a comunidades de gente pobre es una gran experiencia, es porque seguramente se hospedó en un hotel cercano, o mejor aún, regresó a las comodidades de la urbanidad, creyendo que estaba en vacaciones y no en la realidad.

Los extraño a todos, afortunadamente me traje el libro de Ciencia Vudú. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedes desapecer, y menos cuando aun no te conozco ehhh

Pesado pero se que su viaje ha sido por una buena razon

Cuanto falta para que se cumplan los dos meses?

SocoCrusgo dijo...

Que chido, yo alguna vez me hospede en un hotel donde mataban a la gente...pero de passsión, afortunadamente...sobrevivi y ahora leo Juventud en extasis de Carlos Cuauhtemoc Sanchez para redimirme un poco...y tu sabina

JAUD dijo...

Hello bellisima, estos procesos o ciclos de cuestionamientos de la realidad no debieran afectarte mas alla de la circunstancia de ocupar un espacio en ella. Pero parecete como a la flor de loto, que puede estar alli en el fango, pero impoluta. Uy estos comentarios a tus post a las 5:00 am se dan filosofando, chale!. Besitos